26 oct 2008

Tres árboles.

Había una vez tres árboles en una colina de un bosque.
Hablaban acerca de sus sueños y esperanzas y el primero dijo:
"Algún día seré un cofre de tesoros.
Estaré lleno de oros, plata y piedras preciosas.
Estaré decorado con intricate carving y todos verán mi belleza".

El segundo árbol dijo,
"Algún día seré una poderosa embarcación.
Llevaré a los mas grandes reyes y reinas a través de los océanos,
e iré a todos los rincones del mundo.
Todos se sentirán seguros por mi fortaleza, fuerza y hull"

Finalmente el tercer árbol dijo:
" Yo quiero crecer para ser el mas recto y grande
de todos los árboles en el bosque.
La gente me verá en la cima de la colina,
mirará mis poderosas ramas y pensarán en el Dios de los cielos,
y cuán cerca estoy de alcanzarlo.
Seré el mas grande árbol de todos los tiempos
y la gente siempre me recordará"

Después de unos años de que los árboles oraban
para que sus sueños se convirteran en realidad,
un grupo de leñadores vino donde estaban los árboles.
Cuando uno vió al primer árbol dijo:
"Este parece un árbol fuerte,
creo que podría vender su madera a un carpintero",
y comenzó a cortarlo.
El árbol estaba muy feliz debido a que sabía
que el carpintero podría convertirlo en un cofre para tesoros.

El otro leñador dijo mientras observaba al segundo árbol:
"Parece un árbol fuerte,
creo que lo podré vender al carpintero del puerto".
El segundo árbol se puso muy feliz
porque sabía que estaba en camino
a convertirse en una poderosa embarcación"

El último leñador se acercó al tercer árbol;
éste estaba muy asustado, pues sabía que si lo cortaban,
su sueño nunca se volvería realidad.

El leñador dijo entonces:
"No necesito nada especial del árbol que corte, así que tomaré este".
Y cortó al tercer árbol.

Cuando el primer árbol llegó donde el carpintero,
fué convertido en un cajón de comida para animales,
y fué puesto en un pecebre y llenado con paja.
Se sintió muy mal pues eso no era por lo que tanto había orado.

El segundo árbol fué cortado
y convertido en una pequeña balsa de pesca,
ni siquiera lo suficientemente grande para navegar en el mar,
y fué puesto en un lago.
Y vió como sus sueños de ser una gran embarcación
cargando reyes había llegado a su final.

El tercer árbol fué cortado en largas y pesadas tablas
y dejado en la oscuridad de una bodega.

Años mas tarde, los árboles olvidaron sus sueños
y esperanzas por las que tanto habían orado.

Entonces un día un hombre y una mujer llegaron al pecebre.
Ella dió a luz un niño,
y lo colocó en la paja que había dentro del cajón
en que fué transformado el primer árbol.

El hombre deseaba haber podido tener una cuna para su bebé,
pero este manger debería serlo.
El árbol sintió la importancia de este acontecimiento
y supo que había contenido el mas grande tesoro de la historia.

Años mas tarde,
un grupo de hombre entraron en la balsa
en la cual habían convertido al segundo árbol.

Uno de ellos estaba cansado y se durmió en la barca.
Mientras ellos estaban en el agua una gran tormenta se desató
y el árbol pensó que no sería lo suficientemente fuerte
para salvar a los hombres.
Los hombres despertaron al que dormía,
éste se levantó y dijo :
" Calma! Quédate quieto! ",
y la tormenta y las olas se detuvieron.
En ese momento el segundo árbol se dió cuenta
de que llevado al al Rey de reyes y Señor de señores.

Finalmente, un tiempo después alguien vino
y tomó al tercer árbol convertido en tablas.
Fué cargado por las calles al mismo tiempo que la gente
mocked al Hombre que lo cargaba.
Se detuvieron en una pequeña colina
y el Hombre fué clavado al árbol
y levantado para morir en la cima de la colina.

Cuando llegó el domingo,
el tercer árbol se dió cuenta de que él
fué lo suficientemente fuerte
para permanecer erguido en la cima de la colina,
y estar tan cerca de Dios como nunca,
porque Jesús había sido crucificado en él.

La moraleja de esta historia es que:
Algunos sueñan con alcanzar grandes logros...
otros se mantienen despiertos,
se esfuerzan y los hacen posibles.
No basta con decir:
"Que bello hacer esto o aquello",
¿que acaso no sería mejor no hablar
y tratar de que los sueños fueran una realidad?.

Recordemos a quién pasó por este mundo,
demostrando lo que predicaba con hechos y no solo con palabras.
Aquel quien predicaba amor pero amaba,
predicaba perdón y perdonaba.
Jesús practicó lo que predicaba,
el problema es que nosotros muchas veces hablamos
y no practicamos,
y sin práctica la teoría no sirve de nada

De la red.
Desconozco el autor

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