10 nov 2008

EMPIEZA POR TI MISMO

Cuando yo era joven y libre
y mi imaginación no conocía límites,
soñaba cambiar el mundo.
A medida que me fui haciendo mayor y más prudente,
descubrí que el mundo no cambiaría,
de modo que acorté un poco la visión
y decidí cambiar solamente mi país.
Pero eso también parecía inamovible.
Al llegar a mi madurez,
en un último y desesperado intento,
decidí avenirme a cambiar solamente a mi familia,
a los seres que tenía más próximos,
pero ¡ay! tampoco ellos quisieron saber nada del asunto.
Y ahora que me encuentro en mi lecho de muerte,
de pronto me doy cuenta:
"sólo con que hubiera empezado por cambiar yo mismo",
con mi solo ejemplo
habría cambiado a mi familia.
Y entonces, movido por la inspiración
y el estímulo que ellos me ofrecían,
habría sido capaz de mejorar mi país
y quien sabe si incluso no hubiera podido
cambiar el mundo.

Anónimo
(Estas palabras están inscriptas
en la tumba de un obispo -1100 d.c.-
en la cripta de la abadía de Westminster)

No hay comentarios: