calzándome tu recuerdo.
Sobre el nudo de mi noche
tus ojos como estrellas.
El pez de mi mente
se come tu luna
buscando la resurrección en tus brazos.
Te alejabas de mí
Te alejabas de mí
como la vida en la florc
uando se mustia,d
ejándome una niebla que me cegaba el alma.
Pero la balanza se vence hoy
Pero la balanza se vence hoy
por lo gozado
frente a lo sufrido,
aunque tu ausencia recorte mi alma
como a un árbol sin ramas.
¡Tesoro avaro mío,
¡Tesoro avaro mío,
caimán de mis entregas
con los senos soñolientos de aportarme tanto fruto!
¡Copa de carne,
viña de luz en mi camino!
Sobre tu ardiente cintura
las manos son pecado,
porque tu cuerpo es soleado
como guitarra de madera,
despertándome un instinto
con trinos de aguas despeñadas.
Me tienes laminado
Me tienes laminado
hasta la omega,
donde el sol se tornasola,
hasta el límite de tus brazos abiertos oceánicos,
donde mi ola se agota en espuma
sobre tu arena atlántica.
Pepe Martín
Pepe Martín
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